Thursday, May 24, 2007

“Nothing happens on this planet that doesn’t impact us”


La presión exitosa de los capitales y las instituciones financieras internacionales para promover la apertura de los mercados nacionales, las políticas privatizadoras , la revolución en las tecnologías y los sistemas productivos, junto con la modificación en los hábitos de consumo y formas de vida trajeron consigo la destrucción de diversos ecosistemas, la deforestación, y los cambios de clima, todos obra de quienes habitamos este “village”, generando condiciones para crear un vasto reservorio de virus que seguramente se multiplicarán o se resistirán a cualquier antibiótico o antiviral.
De hecho, aún persiste la posibilidad de la aparición de nuevas enfermedades en regiones remotas o sobre el espacio zoonótico de las granjas y las grandes industrias agropecuarias; sin embargo una de las características de este fenómeno es que la zoonosis no se encuentra circunscrita a un tipo de vehículo concreto, es decir, puede que el agente infeccioso se trate de un virus, una bacteria, un hongo e incluso de una proteína carente de genoma y ácidos nucleicos, al que se le ha acuñado el término de prion. Además estas enfermedades pueden incubarse durante años o incluso décadas en la especie humana, por lo que, como afirman los autores, en los años venideros podremos evaluar su auténtica repercusión, pudiendo llegar a hablar de epidemia.
Si bien, la zoonosis es el resultado de una coevolución del parásito y de uno o varios de sus hospedadores, llegándose a dar ciclos enormemente complejos con portadores intermedios sanos (individuos infectados sin síntomas de la enfermedad clínica; como es el caso de la gripe aviar o del herpes); me parece irresponsable “animalizar” el problema y situarnos como víctimas de este fenómeno, pues han sido nuestras formas de vida, de ritualiazación, de soberbia y capitalización, lo que nos ha ocasionado estas enfermedades. “While zoonotic diseases like rabies kill 50, 000 people globaly a year, humans generally end up as the dead-end host for the virus. In terms of global public health implications, the greatest fear surrounds viruses that can not only jump from animals to humans, but then spread person to person. Only a few people eat chimpanzees, but many people in the world have sex.”(Greger, 2006)
Existen inclusive, enfermedades infecciosas que se han trasmitido desde el hombre a los animales, especialmente a los domésticos. Recientemente se ha formulado un nuevo concepto, el de la “zoonosis reversa” para hacer alusión a aquellas que afectan a los animales y que son nuevamente transferidos a la gente (vgr. Staphylococcus aureus, que en humanos es la bacteria causante de originar furunculosis, también afecta a la vacas produciéndoles un cuadro más complejo acompañado de mastitis).
Es un hecho que en estas últimas décadas, los casos de infección humana y animal se han multiplicado, provocando alarma y la sospecha de una pandemia (en 1996 los datos presentados por el departamento de Salud Pública del Estado de California aseguraban que el 50 % de las enfermedades infecciosas padecidas por su población eran de origen animal) no obstante, reitero esto se debe en gran medida a la ruptura de las barreras físicas y a los nuevos hábitos alimenticios, la rápida urbanización, movimientos migratorios, las nuevas formas de agricultura, el tratamiento de engorde/crecimiento que sufren determinados animales, el turismo, la velocidad de los medios de transporte, el exotismo de los individuos, etc. ha contribuido a que nuevos patógenos puedan llegar a infectar a otras especies. “Fish and Wildlife Service testified before a Senate comittee in 2003 that the U.S. imports more than 200 million fish, 49 millions amphibians, 2 million reptiles, 365,000 birds, and 38,000 mammals in a single year.” (Greger, 2006)
Considero en ese sentido, que las enfermedades infecciosas pueden ser vistas desde una perspectiva ecológica y no simplemente como el resultado de la colisión de potentes agentes y huéspedes susceptibles. Tampoco debemos esforzarnos, a través de la antibiosis y la extrema antisepsia, alcanzar una existencia libre de gérmenes. El desarrollo de balas mágicas cada vez más potentes no es ya la única ni más efectiva estrategia, a largo plazo, para enfrentar los microorganismos patógenos. Las llaves reales derivan de la ecología, el comportamiento humano y la convicción de que las poblaciones humanas y microbianas son parte de la misma bioesfera evolutiva…







Andrade, Víctor. 2001. Globalización, cultura y complejidad: miradas desde un nodo periférico, Facultad de Sociología , Universidad Veracruzana.
Acosta, Néstor, Zoonosis: enfermedades sin barreras, en
http://www.encuentros.uma.es/encuentros94/zoonosis.htm, Consultado en Mayo 23, 2007.
Greger, Michael. 2006. Brid Flu: A virus of our own hatching. New York, Lantern Books. Part II Nos. 1, 2 y 3.

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