Friday, September 08, 2006

Septiembre 7, entre regalos y faros de in y certidumbres…


Aún estaba en pijama cuando recibí la carta electrónica de aceptación del CIESAS, me había decepcionado tanto no poder acceder a una formación antropológica que la idea me hizo una sonrisa y corrí a avisarle a mamá, la señora que vende tamales en la esquina de la casa se sorpredió al verme greñuda y seguramente olío a lo lejos mi aliento a cama… o a esa mezcla de bacterias y cebo nocturno cuando le grité buenos días, abracé a Madre y le dije que me habían aceptado, ella con un conflicto de atención entre su cliente en la ferrreta, y la contradicción emocional entre mi partida y el hecho de que eso me hiciera feliz y diferente, me dijo: que bueno hija; ahora a darle…
Y es que el asunto de estudiar lo humano es, entre otras cosas, un asunto de dar, de dar comprensión, de dar tiempo, de dar compromiso, de dar conocimiento, de dar escucha, de dar tolerancia, de dar argumentos, de dar voluntad, creatividad, fuerza y crítica, en algunos casos hasta dar lo que uno más valora a cambio de lo que los otros también te están dando. En ese sentido, hay muchas formas de dar y recibir “cosas”[1], así como de pedirlas y en algunos casos de exigirlas, aunque lo que más me han dado los autores, la cultura, la filosofía, la ciencia, las palabras, el mundo, y sobre todo las personas que me rodean conocidas(familia, amigos, profesores, compañeros) y desconocidas(transeúntes, comerciantes, vigilantes y extraños silenciosos)han sido, por extraño que parezca preguntas, ideas de que las cosas pueden ser distintas, y tambien dudas para poder cambiarlas, el poder vivir en lugares distintos, el poder convivir en sitios con individualidades de cosmovisiones alternativas y en algunos casos antagónicas me han dejado regalos y algunas certezas, muchas búsquedas y deformaciones o reformaciones de mis convicciones e inclusive de una, mi presunta naturaleza, fémina, léctora y neurótica, tomándome los asuntos exigidamente “serios” por la deriva o por la ruta que nos ha trasado el mundo occidental, lo humano masculino, el sistema económico, el lenguaje hegemónico o bien nosotros mismos… menos en serio: los dineros, la seguridad y el éxito, el re-conocimiento. Y los asuntos pendientes, distintos que no parecen tanto “darles un poco de seriedad”: los niñ@s, las mujeres, los indígenas y la curiosidad, la muerte, el miedo, la ignorancia. Entre contextos en los que, suelen esperarse “cosas”(por oposición a la dádiva) me ubico ahora en un instante marítimo lleno de manzanales, peras, pasto y duraznos, de sabias y diversas brújulas, en donde veo mucho más navegantes con regalos comunes, razones y búsquedas que me tienen aquí…
[1] Puntualizo el término por que no me refiero sólo a las entidades concretas, plausibles, sensibles sino también a las enseñanzas, a los valores y sentimientos relativos de las personas, los derechos y las nociones, lo que no es como lo concreto.

2 Comments:

At 6:59 AM, Blogger Ron said...

Me gustan tus reflexiones, sobre todo eso de que hacer antropología es 'dar', en muchas dimensiones. Pero para dar tenemos que tener algo que dar que le es util o por lo menos agradable a la gente.

Un maestro me dijo una vez "Hoy me vino a ver un muchacho quien decía que quería ayudar a los demás. Pero nada mas con verlo era evidente que él necesitaba mucha ayuda"

 
At 6:42 PM, Blogger Zulemainhiyotl said...

Efectivamente para eso estamos aqui, bueno, yo, para tener que dar, cuando platicaba con Graciela Freyermuth en la entrevista, le dije que había detectado un problema pero que no sabía cómo delimitarlo y probablemente después ayudar a resolverlo... gracias por el comentario, espero siempre necesitar ayuda... como dijo Jean en su ponencia y cuando en el cañaveral me pierda sólo tenga que levantar un hasta para que alguien me diga, por lo menos qué no hacer...

 

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