Wednesday, May 09, 2007

Voces en un globo para un tiempo en el que no se escuchan…

eCOooo:

¿Tu crees que el espacio y el tiempo sean aprendidos como lo demás en el mundo? ¿Que la semana es igual de comprensible que un árbol, una orden o un golpe en la cabeza?...

Instantes, siglos, jornadas y periodos vacacionales… paisajes, terrenos, propiedades y lugares virtuales, si bien “la historia es el relato del cambio social”(Wallerstein, 1998: 152) y ésta se manifiesta a partir de tales dimensiones, la reproducción de actos y la recuperación de la memoria nos obliga a cuestionarnos cuáles han sido esas transformaciones, cómo y por qué se han dado, tareas inclusive de los cientificos sociales (y también de los naturales); no obstante raros agentes se han percatado que detrás de estos conceptos, escenarios hay intereses, objetivos ¿manipulación?
El espacio y el tiempo, han sido en este sentido sólo referentes, pero no “objetos” de reflexión para tales científicos, Harvey(1990) fue el primero en darme luces sobre estas preguntas que parecen coincidir en algún sentido con las emitidas por Wallerstein y separadas por Castells; “La modernización supone la desorganización constante de ritmos temporales y espaciales, y una de sus misiones es producir nuevos sentidos para un espacio y un tiempo en un mundo de lo efímero y la fragmentación.”(Harvey, 2004: 241)
Por un lado, se habla de cierta tipificación de tiempos (episódico, coyuntural, estructural y de los sabios), de las implicaciones políticas e históricas de la humanidad en la concepción de cada uno de ellos, de los resultados divisores ¿exclusores? del mundo y por tanto de los espacios (occidente/oriente, norte/sur, centro/periferia) en los que la modernidad (y la pos) así como la globalización, aparecieron también como conceptos sin pensarse en el vocabulario de empresarios, gobernantes, analistas políticos, intelectuales y comunicólogos… para intentar definir procesos locales que alcanzaron dimensiones mundiales, por su difusión (redes, modas, consumo) por su permanencia (uso de tecnologías, organización e “identidades”), por su imposición (políticas, explotación, homo-heterogenización).
El espacio y el tiempo entonces, dejaron de ser categorías aisladas, simples escenarios y se conviertieron en nociones “no fijadoras” sino susceptibles a la redimensión, a las preguntas y a los problemas: ¿qué son? ¿qué han sido? ¿qué estan siendo y dejando de ser? Instrumentos de poder… preocupaciones antropológicas, más allá que “dimensiones materiales fundamentales de la vida humana”(Castells, 1999:409)
Por otro, el espacio de flujos, ha generado simultáneamente una segregación, separación y marginación social progresiva. Las tendencias neotribales y fundamentalistas (terroristas, milicianos, por ejemplo), que reflejan y articulan las vivencias de los beneficiarios de la globalización, son hijos tan legítimos de ésta como la tan festejada “hibridación” de la cultura superior, es decir, la cultura de la cima empresarial.
Ante tal volatilidad de información, de recursos financieros, de objetos “Causa especial preocupación la interrupción progresiva de las comunicaciones entre las élites cada vez más globales y extraterritoriales y el resto de la población, que está “localizada”. En la actualidad, los centros de producción de significados y valores extraterritoriales, están emancipados de las restricciones locales...”(Bauman, 1999: 9)
Es decir, en la interacción de la tecnología, la sociedad y el espacio hay una manifestación dominante de poder, en los servicios, en las comunicaciones, en las transacciones, en la accesibilidad, a través de la versatilidad de las redes e inclusive en los procesos migratorios transnacionales, en donde “La ciudad global no es un lugar, sino un proceso.”(Castells, op.cit: 419)
El tiempo comienza entonces a articularse, a materializarse, a especifizarse en la empresa red como tiempo laboral diversificado ¿infravaluado? los efectos colaterales: la condición social y el estadio biológico humano condicionado, el control natal, la mortalidad, lo aséptico, el narcisismo, la brevedad; en nuestra cultura, el tiempo se comprime y en última instancia se niega, como una réplica primitiva de la rotación rápida de la producción, el consumo la ideología, y las políticas en las que se basa nuestra sociedad ¿eterna? Porque finalmente, “Las prácticas materiales de las cuales surgen nuestros conceptos del espacio y del tiempo son tan variadas como el espectro de experiencias individuales y colectivas. El desafío consiste en colocarlas en un marco de interpretación global que pueda franquear el hiato entre el cambio cultural y la dinámica de la economía política” (Harvey, 2004: 236)


Bauman, Zigmunt. 1999. La sociedad individualizada, Cátedra, Madrid.
Castells, Manuel, 1999. La era de la información, economía sociedad y cultura, T I , S.XXI. México.
Harvey, David, 2004.La condición de la posmodernidad, Amorrortu, Buenos Aires.
Wallerstein, Emmanuelle, 1998. Impensar las ciencias sociales, S.XXI, México.

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1 Comments:

At 3:44 PM, Blogger Ron said...

Harvey, el gran geógrafo de nuestros tiempos, tiene claro que el espacio (y las formas del tiempo) es una abstracción que hacemos de la relaciones de las cosas que encontramos en nuestras prácticas cotidianas. Tanto W como C, tienden a reificar (p. ej. eso de la "dimensión material"). Es decir es importante pensar sobre el proceso de construcción del espacio con que estructuramos nuestro mundo, porque no es un 'dado' sino un expresión, ahora si, 'situada'. Dice tanto de nosotros como del 'mundo'.

 

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