Saturday, October 14, 2006


“Las teorías más reacionarias se pueden resumir en tres tesis: la de la perversidad afirma que toda acción deliberada para mejorar algún aspecto del orden político, social o económico únicamente sirve para agudizar la situación por remidiar; así, las tentativas de profundizar en la libertsad harán que la sociedad se hunda en la esclavitud, la busqueda de la democracia producirá tiranía, y los programas de seguridad social creerán más y no menos pobreza.
La tesis de la futilidad defiende que todad tentativa de cambio es abortiva: todo pretendido cambio es superficial, cosméyco, ilusorio; las estructuras profundas de la sociedad permanecen intactas, en vez de existir una ley del movieminto social lo ue hasy es la movilidad lampedusiana.
La tercera tesis, la del riesgo, dice que cualquier cambio que se propone, deseable en sí mismo, implica costes o consecuencias inaceptables y pone en peligro logros precedentes”
[1]
A veces, considero que jugamos a hacer réplicas contras alguna de las tres o contra las tres tesis en los discursos y en los ensayos que escibimos, observamos aquellos llamados procesos gubernamentales(electoraloides), a las instituciones sanitarias, educativas y hasta en las alternativas ong’s y concluimos con el qué es lo que queremos y no queremos de ellas, me parece que en ese interés radica nuestra presencia formativa e investigativa y nuestro a veces ingenuo compromiso (ingenuo por ignorante y a veces inclusive antagónico, individualista y/o inexistente)con la sociedad, en ese esfuerzo por ver las consecuencias de los actos humanos y de sus tendencias: ecológicas(Davis), económicas y de innovación informativa(Benkler) se instaura Wallerstain para comprender… y nombra algo pero eso es lo que solemos hacer todos, les damos nombres a objetos o estructuras y relaciones de coherencia(o las sacamos de algún autor que pensó algo semejante y/o más importante tal vez que nosotros) que sabemos podemos manejar en un marco teórico, filósofico o científico, así, por ejemplo los límites espacio temporales son elegidos por los investigadores, por las referencias bibliográficas y por ti, las unidades de análisis también cuando defines qué y cómo quieres estudiar algo, la importtancia de la discusión radica en las consecuencias de la investigación y la coherencia entre los que se escribe y lo que se hace, por ello pienso que a nosostros no nos toca definir si existe una comunidad de Zinacantán o un pueblo Tzotzil(por ahora), sino comprender lo que son en un contexto y en la o las unidades que hayamos elegido, cuestionar las perspectivas e intereses que nos guían e inclusive el cómo lo podemos comunicar.
Por lo pronto, puedo escribir que serán una institución y una comunidad(los albergues escolares y Chalchihuitan) las que empezarán a darle contenido a lo que quiero nombrar –comprender: el género y la interculturalidad, y pensar, como dice Wallerstain, que la investigación tiene una responsabiliad, una voz política dinámica y dialéctica con la institución y con la propia comunidad. Su metodología es aún incierta pero podría comenzar por aprender el idioma, ir al albergue y por tanto a la comunidad(como espacio común)comunicarme con las mujeres, intentar entender el significado de algunas de sus relaciones y palabras y empezar a escribir lo que quieran decirme y lo que pueda observar…

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[1] Estefanía, J. Contra el pensamiento único, Punto de lectura, México. 2000.p. 113

1 Comments:

At 9:47 AM, Blogger Ron said...

Entonces habría que precisar qué es una 'institución' y qué tipo de institución es una Escuela Albergue y que relación tiene con una 'comunidad'
como Chalchihuitan. Decir que las unidades están construidas por el investigador no quiere decir que se saca de la manga o por arte de magia. La cuestión es cómo las construimos y porque.

 

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