Wednesday, June 06, 2007

Naturaleza histórica

“The complications of writing about the amazons is the persistence of these stubborn representational conventions, which have conditioned perceptions of the region from the colonial period to the present.”( Clearly, 2001: 69)
Hablar de procesos sociales y ecológicos parece remitirnos al uso y cuidado de recursos naturales, a los modos de producción utilizados para poder no sólo extraerlos sino aprovecharlos, al uso del término territorio y no el territorio en sí mismo, el objeto del análisis geográfico, sino al del análsis social. Ese territorio que si bien incluye condiciones pluviales, geológicas, climáticas, etc. también es concebido como aquél conjunto de formas, objetos y acciones. Sinónimo de espacio humano, espacio habitado, y que considero se trata de un un híbrido, una noción que, por eso mismo, carece de constante revisión histórica (Santos 1996)
Y es que hoy puedo afirmar que la naturaleza es histórica, eso es lo que me rebelan dos escritos (que se escribieron con casi una década de diferencia), la agricultura intensiva practicada por los indigenas prehispánicos, la prácticas colectivas de acceso, sedentarización y sobrevivencia transformaron el espacio, el paisaje. Y lo que era concebido por Colón en 1492 como una tierra prístina y paradisaica ya habís sido modificada ¿sometida? por aquéllos.
Las prácticas agrícolas (vgr. el uso del fuego) y la influencia de éstas en los bosques son un pretexto para analizar el impacto que las sociedades originarias (y no originarias) han provocado en un ecosistema, impacto, por cierto, que no siempre es perjuicioso para las diversas especies que le constituyen “The economic botanist William Bal6e (1987,1989) speaks of “cultural” or “anthropogenic” forests in Amazonia in which species have been manipulated, often without a reduction in natural diversity”( Denevan, 1992)
El territorio así, como un valor “local” es relativo, o en todo caso, relativizado, abordado desde otras dimensiones (a partir del dinamismo y las transformaciones que los intercambios sociales y culturales ) se plantean las implicaciones recíprocas (humanidad/ambiente ambiente/humanidad) desde la geografía económica, la demografía, la degradación ambiental.
Me parce sin embargo que hay una dimensión sino ausente, por lo menos escasamente recuperada en la discusión: la política, aquélla en la que el territorio es ¿era? la base, el fundamento del Estado-Nación que, al mismo tiempo lo moldeaba. Y que permitiría aclarar un poco esta extraña ¿esteril? dicotomía entre el ser humano originario de un lugar (procurador de “su espacio”) y del ser humano interventor, colonizador y extractor del mismo.
Si bien es claro que en un contexto en el que la fluidez (los cambios y las transformaciones humanas y “naturales”) está puesta al servicio de la competitividad y del libre mercado que hoy rige las relaciones económicas, y hegemónicas; también es cierto que hay una explotación ecológica generalizada y que tanto “indígenas” como “no indígenas” en sus prácticas transforman, obtienen de él ¿destruyen? el espacio ecológico que habitan.
Considero que la fluidez real viene de las acciones humanas, del espacio aquél en el que se toman las decisiones, en el que los análisis cobran sentido y posibilidades de transfromación más que de supervivencia y adecuación, de planeación. “El acontecer homólogo es el de las áreas de producción agrícola o urbana, que se modernizan mediante una información especializada y llevan los comportamientos a una racionalidad presidida por esa misma información. El acontecer complementario es el de las relaciones entre ciudad y campo y de las relaciones entre ciudades, consecuencia igualmente de necesidades modernas de la producción y del intercambio geográficamente próximo. Finalmente, el acontecer jerárquico es uno de los resultados de la tendencia a la racionalización de las actividades y se hace bajo un comando, una organización, que tienden a concentrarlos.” (Santos 1996: 125)
Observar los límites analíticos prescindiendo de ingenuidades y pre concepciones, articular el mayor número de dimensiones ante un problema o una pregunta ¿será ese el camino? el espacio para encontrar causas, algunas razones…

Clearly, David. 2001. Towards an environmental history of the amazon, from prehistory to the nineteenth century, Latin American Research, vol. 36 number 2.
Denevan, William. 1992. The pristine myth: the landscape of the American in 1492. Department of Geography, University of Wisconin, Madison, WI 53706.
Santos, Milton. 1996. De la totalidad al lugar, en El retorno del Territorio, Oikos Tau, Barcelona.




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